Robert Rojas, fue uno de los futbolistas extranjeros que tuvo la oportunidad de volver a su país en tiempos de pandemia. Muchos otros se quedaron varados sin poder volver a sus lugares de orígenes.
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El Sicario, pisó suelo paraguayo el pasado 15 de mayo, pero no pudo irse directamente a su casa. El defensor estrella del Millo, se había quedado hospedado en un hotel ubicado en Lambaré, a orillas del Río Paraguay. Sin embargo, esos días difíciles quedaron atrás y Robert ahora está cómodo con su familia, donde realmente quería estar.
«La estoy pasando de la mejor manera. Disfrutando con mi familia y obviamente que entrenándome todos los días. Además, acá tengo más espacio para trabajar cómodo», contó el futbolista paraguayo en dialogo con Olé.
El zaguero del plantel Millonario, contó como se entrena en medio del confinamiento: “Tengo una canchita acá al lado de mi casa, así que aprovecho y me entreno ahí, esperando que el fútbol vuelva cuanto antes. Tengo casi todas las comodidades por suerte. No me puedo quejar”.
Por otra parte, para Robert Rojas lo más importante es haber logrado reunirse con su familia, en su casa de Peguahomi, la cual se encuentra a 400 kilómetros de la Asunción. “Ahora sí estamos todos juntos y en familia”, fue la frase del padre del futbolista de 26 años luego de haber recibido a su hijo.
Es preciso destacar, que del plantel Riverplatense no solo el Sicario pudo repatriarse a su país natal. Nicolás de la Cruz y Juan Fernando Quintero, también pudieron reunirse con sus familias en Uruguay y Colombia, respectivamente.
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