Leonardo Ponzio cumplió con mucha responsabilidad el rol de capitán mientras defendió los colores del Más Grande. Su personalidad de líder innato fue uno de sus extraordinarios puntos fuertes que lo ayudaron a asumir con mucha naturalidad la capitanía del equipo. El volante de 40 años, en dialogo con los medios, confesó que lo más duro que vivió en el plano futbolístico fue cunado tuvo que colgar los botines. De hecho, tendrá un partido de despedida vistiendo el manto sagrado este próximo 21 de septiembre.
Su afinidad con el cuerpo técnico que encabeza el DT Marcelo Gallardo, hacen suponer que podría estar vinculado a River como ayudante de campo o entrenador en un futuro no muy lejano. No obstante, el mediocampista aclaró en una charla con «Conocé a tu ídolo» que no se ve como entrenador.
«De entrenador hoy no me veo. En los últimos tiempos me costaba ahí nomás concentrar. En la concentración trata de haber lo mismo que hacía en casa y renegaba, pero a la vez me sentía más protegido con mis compañeros porque en mi casa la cabeza iba a mil. El día a día para el entrenador es más exigente, es todo el día, programar, lo que vienen, tratar de que tus jugadores estén bien. Además tenemos un ejemplo que va a ser difícil de imitar, así que es mejor esperar un tiempo», expresó.
Para finalizar, Leo Ponzio contó como vive esta nueva etapa y se refirió a la ayuda que recibió de Sandra Rossi. Yo sentí un vacío. A nosotros como jugadores de fútbol nos organizan la vida, nos dicen cuándo entrenar, desayunar y comer, cómo descansar. Cuando me retiré, empecé a organizar mi vida y todavía no me acostumbro. Los primeros días fueron en pleno verano y tenía otra rutina. Después comenzó el colegio de los chicos, empiezan otras cuestiones y ahí tenés mucho tiempo libre. Sandra me dijo que hiciera una agenda con algunas actividades para poder ocupar la mañana»,
